Gran parte de nuestra vida se basa en expectativas. Desde el primer beso, hasta como morimos. Nos formulamos preguntas y nos las contestamos, creamos escenarios, personajes, las entradas y salidas de éstos y así vamos. Esperando, esperando, esperando.
He ahí la cuestión ¿ cuánto mas, vamos a esperar? Mientras mas esperemos, seguro mas desilusionadas estaremos. Si, es una consecuencia de las expectativas, y no porque sean malas, si no porque esperamos a que se den como por arte de magia y no las construimos nosotr@s mism@s, por otro lado, también son un poco testarudas, y les cuesta adaptarse a la realidad... mmm ¿nosotras o las expectativas?
Ustedes se preguntarán, qué tiene que ver esto con la ropa, el estilo, la moda, etc. , etc. Pues bien, no les ha pasado, que se compran cierto vestido, cierto blusón, cierto pantalón, ciertos accesorios, para cierta ocasión... Y resulta que la ocasión no llega. Aclaro, no como "esperábamos". A mi me pasó con este sombrerito que me compré en NYC, a principios de año, y miren la fecha, aún no lo he usado. Esta noche, lo haré.

Les propongo entonces, primero, cambien la palabra "espero que..." por "busco ..." "quiero...". Y segundo, tomen de su armario aquello que ha estado aguardando por vestirl@s. Y disfrútenlo.