martes, 25 de febrero de 2014

#MartesdeAmor a Venezuela

Tenía tiempo queriendo escribir respecto a la situación político-económica-social crítica que atraviesa mi país, pero como mis conocimientos en política y economía son escasos no me había atrevido a dar mi opinión, hasta este fin de semana que me di cuenta que en lo social, sí sé, y mucho, porque día a día vivo y me codeo con personas de todo tipo de estrato social e ideología.
Este blog lo comencé a escribir en la búsqueda de cultivar y cuidar el amor hacia una mismo, el autoestima, y el reconocimiento de todo el poder que yace dormido en cada persona.
Y comencé a notar que por la falta de aquello que podría llamar autoestima patriótica y civil, estamos viviendo lo que estamos viviendo.
Desde que eramos chiquitos y cantábamos "Amarillo, azul y rojo, las banderas de los piojos" hasta "este país no sirve para nada" nos hemos condenado. No hemos aprendido ni enseñado amar a esta tierra y a nosotros mismos como habitantes de ella. Nos creemos poca cosa, no nos creemos capaces y no reconocemos el valor, la fuerza que existe en cada uno de nosotros, como colectivo que habita en un espacio geográfico determinado. Los chistesitos como "sube el telón, se rompe el telón. ¿Cómo se llama la obra? MADE IN Venezuela" son prueba de que nos educamos así.
Económicamente lo vemos en la poca producción nacional, todo lo importamos, es mas fácil, más rápido y queremos verle pronto "el queso a la tostada".
Políticamente, vivimos en un sistema patriarcal, y sin importar las preferencias ideológicas, siempre estamos esperando un redentor que venga y que nos salve. En el peor de los caso he visto como muchos han pedido que venga alguien de afuera y que nos salve.
A nivel social nos creemos que está bien hacer una cola para comprar productos básicos, nos conformamos con saber que la leche llega los lunes, aceptamos, sumisos, que no haya lo que buscamos porque al final siempre "resolvemos". Nos hemos conformado con las migajas, creemos que todo nos lo tienen que regalar, y no nos han enseñado la satisfacción que da los resultados del trabajo propio.
Y es que al final vivimos en un país tan maravilloso llamado VENEZUELA,  que nunca nada nos ha faltado de verdad, verdad; porque si no hay de comer resuelvo con la mata de mango, que no he sembrado ni he cuidado yo, pero que ella solita me da y bastante.
El análisis es mucho más profundo que sólo los 15 años de este gobierno, y los otros tantos de la cuarta. No creo que me corresponda a mi hacerlo, vuelvo al principio, no es lo mío.
Yo entiendo que muchos están cansados de todo el odio con el que ha sido tratado una parte de la población por pensar distinto, y de las injusticias y atropellos,lo sé porque lo he vivido en carne propia, y no lo niego, más de una vez lo que me ha provocado es caerle a cachetadas a unos cuantos, pero me considero un ser lo suficientemente evolucionado como para actuar como cavernícola,  responder con odio sólo hará que el círculo vicioso de una vuelta más.
He aprendido que amarse a uno mismo no significa "no dejarse joder". Porque es lo que he visto durante estas últimas semanas de protestas. Amarse uno mismo significa reconocerse, con sus virtudes y debilidades, de lo que eres CAPAZ, y en esta misma medida, reconocer al otro.
Creo que esto ya ni siquiera se trata de convencer a un bando ni de ver quién tiene la razón, sólo se trata de ser más humanos, de rechazar todo tipo de violencia. De RESPETARNOS. Esto no es de quién es el más arrecho , de quién tiene más bolas y mucho menos de quién tiene el arma de mas alto calibre, esto se trata de entender el porqué  y el cómo llegamos hasta aquí, pero aún mas importante: ¿qué podemos hacer para cambiar todo aquello que no me ha gustado?. Sobre todo, se trata de ser constantes con lo que queremos. Todo toma su tiempo, y es así porque es la única forma para que uno verdaderamente pueda apreciarlo. Como dije hace unas pocas líneas atrás; lo que no cuesta, no se valora.
Si no hacemos este trabajo, estamos condenados a vivir frente al reflejo del espejo.
Con todo mi amor
Angélica Rueda