
Lo que distingue a Minnie de Mickey, a Daisy de Donald, además del obvio lazo son: las pestañas.
Desde finales de la segunda década del siglo pasado, las pestañas nos han servido, a nosotras las mujeres, para enfatizar nuestra femineidad. Bueno así hemos ido guiñando el ojo (uno, yo sólo puedo guiñar uno) dando pestañeos a diestra y siniestra, y el éxito de esta estrategia reside principalmente en este pequeño pero importante detalle.
Así pues y luego de un par de años de no usarse, como todo, vuelven las pestañas postizas, pero con FUROR.
Sin embargo, he encontrado un par de cosas que hay que considerar al momento de recurrir a ellas para darle intensidad a nuestra mirada.
Siendo honesta, muy pocas nacen con pestañas de muñequita, por lo que hay que mantenerse natural y no excederse al momento de usar las "falsies" que son muy pobladas. Simplemente no lucen natural. Mántente GREEN.

Definitivamente para el día día, la mejor opción son las que vienen individuales. Se nota el cambio, pero te mantienes fresca. Las mas drámaticas las podemos reservar para la noche.
También las puedes usar en el párpado inferior, como Twiggy lo hizo, dan el efecto que los ojos estuvieran abiertos al máximo y se ve lindo.
En lo personal, creo que para salir de casa, al momento de maquillarse, sólo se necesita un poco de color en las mejillas y un buen rimel. Aunque en este caso un par de pelitos de mas, no está mal...¡¡¡FINALMENTE!!! una zona donde se nos permite tenerlos, APROVÉCHALO.

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